jueves, 21 de marzo de 2013

“Donde hay dinero hay corrupción”


Sander, un niño de ocho años, con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, muere en su casa de Oslo al caer de una escalera. ¿Es solo un accidente doméstico? Ese mismo día, el 22 de julio de 2011, los atentados terroristas de la zona de los ministerios y de la isla de Utoyaconmocionan a Noruega y al mundo entero. La nueva novela de la escritora noruega Anne Holt,Lo que esconden las nubes oscuras (Roca Editorial), aborda el tema del maltrato infantil y tiene como telón de fondo permanente la masacre y el impacto que supuso en Noruega, tanto a nivel individual como colectivo.
“Lo que pasó en julio de 2011 fue una experiencia extremadamente trágica para todos los
noruegos, pero creo que no parecen haber aprendido y ni siquiera reflexionado sobre lo que pasó”, dice Holt. “Se reforzaron las medidas de seguridad en edificios públicos y de los políticos, y durante unas semanas, como describo en la novela, la gente en la calle se saludaba y hablaba, algo muy infrecuente porque los nórdicos son muy reservados. Pero fue efímero, lo único que ha aprendido de verdad la sociedad noruega es que cualquier cosa puede aparecer en cualquier momento”.

Lo que esconden las nubes es la quinta y última novela de la serie protagonizada por el policía Yngvar Stubbo y por su mujer Inger Johanne Vik, psicóloga e investigadora que había trabajado comoprofiler para el FBI. En esta ocasión no trabajan juntos. Él está, como casi todos sus colegas, en el asunto de los atentados, y ella, que estaba invitada a cenar en casa de sus amigos Ellen y Jon, los padres del niño muerto, está convencida, de que ha sido un accidente. Sin quererlo se ve involucrada en la angustiosa historia.
El novato agente Henrik Holmes es uno de los logros de la novela. En medio del caos reinante por los atentados, es el único que piensa que la muerte del pequeño Sander no está clara, que no ha sido un accidente, que se trata de algo relacionado con el maltrato infantil. Es él quien logra convencer a Vik de que el niño no se ha caído simplemente de la escalera.



Como siempre, desde el sur sorprende que estas cosas puedan pasar, aunque sea en clave de ficción, en el norte. “No es probable que esto pase en Noruega pero sí es posible”, matiza los dos verbos, porque hay algo definitivo: “Donde hay dinero hay corrupción”.
Espero que os guste, un saludo



Amalia y Ana

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